¿Te ha pasado alguna vez que tocas algo muchas veces pero al día siguiente “se te olvidó”? ¿O que bajo presión lo que creías saber simplemente desaparece?
Eso no es falta de práctica. Es falta de interiorización.
Memorizar vs. Interiorizar
Aunque muchas veces se usan como sinónimos, son procesos mentales y físicos radicalmente distintos. Vamos a profundizar.
Memorizar: el nivel superficial del aprendizaje
Cuando hablamos de memorizar, nos referimos a un proceso casi mecánico. Es como grabar un archivo en un disco duro. El cuerpo repite, el cerebro registra. Esto es útil, sí. Pero también frágil.
🤪¿Qué pasa si te distraes? 🥸¿Qué pasa si cambias de contexto o ambiente? 🧐¿Qué pasa si te piden improvisar o adaptarte?
¡Boom! El castillo de naipes se cae. Porque la memoria por repetición no siempre se adapta al cambio. Es vulnerable a la presión, a los nervios, a lo inesperado.
Interiorizar: cuando el cuerpo y la mente se integran
Interiorizar, en cambio, es otro nivel. Es como si sembraras una semilla en la tierra fértil de tu conciencia musical. No solo aprendes “qué hacer”, sino por qué lo haces, cómo se relaciona con lo que ya sabes, y cómo puedes aplicarlo en nuevas situaciones.
Es un proceso multidimensional, que involucra:
🧏Análisis auditivo: sabes cómo suena lo que vas a tocar, antes de tocarlo.
🎶Comprensión armónica y melódica: reconoces patrones, relaciones, funciones.
🧐Motricidad consciente: cada movimiento tiene un propósito, no es automático, es intencional.
❤️Conexión emocional: la música no solo se recuerda, se siente.
🫰Contextualización estilística: entiendes el lenguaje del género, el “acento” de esa música.
Interiorizar es como aprender un idioma. No memorizas frases de memoria, sino que entiendes la gramática, el vocabulario y el tono. Y puedes crear con él.
El error de muchos músicos: quedarse en la superficie
Muchos se quedan en la repetición por miedo, por hábito o por presión. “Si lo toco 100 veces, me lo aprendo”. Pero sin reflexión, sin análisis, sin presencia, no hay verdadera integración.
Es como aprender a caminar en la cuerda floja repitiendo el paso, sin entender el equilibrio.
¿Cómo se pasa de memorizar a interiorizar?
Aquí tres claves poderosas:
- Descompón y comprende: ¿Qué notas estás tocando? ¿Qué acordes suenan? ¿Qué ritmo impulsa la frase?
- Cántalo antes de tocarlo: Si lo puedes cantar, lo puedes tocar. Eso revela comprensión auditiva real.
- Cambia el contexto: toca más lento, en otra tonalidad, con otra digitación. Si puedes adaptarlo, lo has interiorizado.
¡El reto es claro!
No repitas como loro. Comprende como maestro.
Tu instrumento no es una máquina de repetir.
Es una extensión de tu pensamiento, tu emoción y tu energía.
Memorizar es copiar.
Interiorizar es hablar con fluidez.
Y en la música, solo los que interiorizan, pueden expresar con libertad.
Soy Alejo Cordero,
músico y creador de contenido enfocado en la bandola llanera. Mi objetivo es explorar nuevas formas de interpretar este instrumento y compartir conocimientos con músicos apasionados como tú.
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