Durante mi recorrido por el mundo académico acompañado por grandes maestros en EMMAT y Berklee College of Music, aprendí del basto conocimiento que se puede aplicar en un instrumento cromatico como la bandola llanera. En el 2020 decido emprender el desarrollo de este libro que no es más que la condensación de los conocimientos que enriquecieron mi percepción de este instrumento.
Acordes y Escalas para Bandola Llanera es un diccionario, es una guía fundamental para el bandolista el cuál propone a través de diagramas del diapasón 4 vocings (formas de construir un acorde) en cada tónica (12 tonicas) sobre 23 tipos de acordes y 5 mapas (formas de tocar una escala) en cada tónica (12 tónicas) de 14 tipos de escalas.
Consejos para quien ya adquirió o piensa adquirir este libro:
1. Declara tu propósito antes de abrir el libro
Decide si hoy buscas acompañar con solvencia, improvisar con frescura, o componer con identidad. Ese foco determina qué entradas consultar y qué desechar sin piedad. El diccionario es vasto; tu tiempo no.
2. Crea “rutas armónicas” de 15-20 minutos
- Elige un centro tonal.
- Selecciona 3 voicings
- Encadena esos acordes sobre un groove llanero (Pajarillo, Seis por Derecho) con metrónomo.
- Cambia de groove al quinto minuto para obligar al oído a recontextualizar los mismos voicings.
Persistir en la variación genera músculo musical, no aburrimiento.
3. Enseña lo que aprendes
Explicar un voicing a un alumno o en un video corto consolida tu propio dominio. El diccionario se vuelve semillero de contenido y, de paso, filtra las fichas verdaderamente útiles.
Trampas comunes que debes esquivar
- Falsa exhaustividad: Creer que “saber” un acorde implica verlo una vez. Hasta no haberlo usado en vivo, es teoría.
- Memorización sin función: Recordar posiciones sin entender qué grado está donde. Pierdes flexibilidad tonal.
- Práctica sin pulso: El metrónomo o una pista rítmica son parte del diccionario en la vida real. Sin groove no hay música.